La Cantina es un paraje que hay que visitar. Además de la magnífica restauración, este lugar muestra en su decoración antiguos utensilios y aperos campestres. Allí hay buenos lugares a la sombra donde poder descansar, y la extraña compañía de un jabalí domesticado que a veces se cuela entre las mesas del restaurante, provocando el asombro de niños y mayores. También un pavo real y demás fauna doméstica dan color y sonido al lugar.
No hay que perderse una buena comida con los amigos en La Cantina, y disfrutar de los postres caseros y la amabilidad y rapidez del personal de la casa.
De allí parte un camino que conduce hasta los pies del contraembalse, lugar idóneo para la pesca del barbo o para darse un buen chapuzón.
Pero lo interesante de la ruta del agua es poder disfrutarla a pie o en bicicleta. Hay una zona restringida al tráfico de vehículos, de unos 15 km., que comienza a unos 3 km de Guillena y discurre zigzagueando paralela al río. Allí podremos realizar un recorrido hermoso, con vistas impresionantes, flora abundante y -de vez en cuando- algún mirador o zona para descansar.
Las flores y mariposas, en esta época, son protagonistas. Una gran variedad que muestra -una vez más- la biodiversidad de esta zona en las estribaciones de Sierra Morena.
Un buen paseo, una buena ruta de senderismo o de bicicleta de montaña. Y -sobre todo- tan cerca de Sevilla...
© Juan Mayoral Valsera - 2014. |
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